ALGUNAS CONCLUSIONES PRELIMINARES
Sobre el dispositivo blog
El weblog constituye una herramienta de publicación fácil y práctica para quienes desean publicar comentarios breves y frecuentes sobre algún tema, en orden cronológico inverso. A la facilidad de edición se suma por tanto un sistema de archivo temporal que no es estrictamente necesario para fomentar una lectura hipertextual. No obstante, la herramienta está en proceso de desarrollo y no creo que tarde mucho en mejorar su funcionalidad, por ejemplo mediante las categorías como ya está haciendo Wordpress o mediante la creación de plantillas que contemplen una inserción más dinámica del texto.
Si bien en este sentido la página web ofrece toda la libertad posible para crear contenidos a medida, dificulta la actualización y exige un buen dominio de HTML y el uso de un servidor propio para manejar el material en condiciones.
Aunque considero que mi objetivo último ha de ser el poder utilizar adecuadamente estas otras herramientas, el blog supone una solución transitoria eficaz como agenda y repositorio para no perder de vista los apuntes y reflexiones de cara a una futura tesis sobre narrativa digital.
Ante esta experiencia en concreto, he detectado que si bien se pueden plantear unas líneas iniciales de discurso como la audiovisualidad o la textualidad, el contagio y la interconexión existente entre los elementos citados se impone enseguida para recordarnos las influencias simultáneas a las que están sometidas las narrativas digitales. En este sentido, el blog constituye un dispositivo de “visualización” (mejorable, pero atractivo) para plantear ese estado de la cuestión.
Sobre el net ensayo o ensayo hipertextual
Probablemente cualquier valoración de la edición en línea sea todavía muy apresurada, pese a que existen diversos experimentos al respecto (por lo pronto, la UOC es una universidad virtual con sede en Barcelona que utiliza un completo sistema de publicación digital).
Lo que sí es cierto, si hemos de hacer caso a las consideraciones agoreras expresadas por Ted Nelson en Kosmopolis 04, es que Internet todavía no satisface los requisitos necesarios para gozar de una buena hipertextualidad y un buen uso de los documentos. Siguiendo la argumentación de Nelson en aquella conferencia, la solución tentativa del .pdf (que provoca interferencias frecuentes en el sistema operativo) y la obsesión por crear documentos para imprimir no parecen casar con la voluntad de exprimir en línea la estructura asociativa que Vannevar Bush atribuyó a la mente humana.
De todos modos, el revulsivo que se ha producido en los últimos años en relación al modo de acceso al conocimiento a través de Internet (y la necesidad de estar permanente actualizado que implica) justifican a mi parecer la necesidad de exploración de formatos que el estatismo y la perdurabilidad del ensayo tradicional mediante bibliografía tradicional no pueden satisfacer.
Sobre las narrativas digitales
Las narrativas digitales pertenecen a un(os) campo(s) de estudio todavía en proceso de construcción, interdisciplinar(es) y que bebe(n) abiertamente del cine, la literatura o la programación informática.
La dificultad que se encuentra para estudiar académicamente las narrativas digitales es la misma que se encuentra en todas las obras llamadas de “arte digital”: la ausencia de un marco teórico y metodológico propio y la naturaleza abierta (Umberto Eco) o incluso flotante (Söke Dinkla) de la propia creación artística.
A fecha julio de 2006, se están planteando distintas iniciativas desde organismos académicos (como la red ICOD representada en España por la Universidad de Vic), o institucionales (como el proyecto ACT patrocinado por la FECYT) con el objetivo de facilitar esta cuestión. La universidad está asumiendo un compromiso de renovación a través del marco de Boloña, y ese compromiso no debe limitarse exclusivamente a la adopción generalizada de las tecnologías digitales en el aula, si no también al fomento del análisis y la reflexión sobre las mismas.
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